Algo que me hace feliz y que probablemente todos los demás considerarían una tontería #372

Este fin de semana tuve la gran alegría de ver Misterio en Venecia, la última película inspirada en Agatha Christie, con el detective Hercule Poirot. Me tomó literalmente tres días terminarla porque mis hijos no dejaban de interrumpir (¿cómo se atreven a pedirme comida… otra vez???).

Me encanta todo lo relacionado con Agatha Christie. Uno de mis sueños es jubilarme en un pueblito y resolver misterios como Miss Marple (por si no la conocen, es otra gran detective en sus historias, pero no aparece junto a Poirot). Ya me imagino a los fans mega-mega-expertos quejándose porque esta peli no sigue directamente ningún libro (creo que está inspirada en Hallowe'en Party, que no he leído, para ser honesta), y porque los guionistas se tomaron ciertas libertades con los personajes. Además, superar a David Suchet como Poirot… no es fácil. Pero bueno, me desvío.

La verdad, no por presumir, pero me sentí TAN satisfecha de haber adivinado correctamente quién era el/la culpable y cómo lo hizo, ¡en los primeros 20 minutos! Por si alguien llega a este rinconcito del internet y no ha visto la peli ni leído el libro que la inspiró, no daré detalles para no arruinar la sorpresa, porque de verdad es divertida. Pero toda la película estuve gritándole a la pantalla: “¡¿No ves que fue ------?! ¡¡¡Por Dios, fue -------!!!” Él no me escuchó, claro, pero los vecinos probablemente sí.

Y volviendo al título de este post: simplemente me encanta resolver misterios. Descubrir el giro de la trama antes que el gran Poirot no es la alegría más grande de la vida, pero definitivamente es una alegría. Si alguien me pagara por ir resolviendo crímenes por ahí, jamás volvería a trabajar un solo día de mi vida (porque me la pasaría feliz).

Y creo que por eso me está costando tanto terminar el cuento de misterio que estoy escribiendo. Quiero que sea bueno. Quiero darle al lector todas las pistas necesarias para que lo resuelva, pero sin que sea demasiado obvio. Para mí, un buen misterio es aquel que puedes resolver junto con el/la detective. No me gustan esas historias donde al final te sueltan una pista que nunca te dieron. Eso no tiene gracia.

Pero hay un pequeño problema: mi historia está inspirada en asesinatos reales que ocurrieron en el pueblo donde crecí. El asunto es que en la vida real, el asesino era obvio. No había mucho misterio que digamos. Así que ahora estoy tratando de inventarle misterio… a algo que en realidad no lo tuvo. No fue mi jugada literaria más brillante, pero estoy aprendiendo. Ni modo.

Hasta la próxima, mon chéri.