Cosas que me pasaron por la mente hoy

Voy a ser honesta: hoy no estoy funcionando al cien por ciento. Me desperté sintiéndome febril, con una tos bastante fea, pero a mis responsabilidades eso no les importa. En parte es culpa mía. Nos han vuelto a pedir que usemos mascarillas, y la verdad es que casi siempre se me olvida. Así que… aquí estamos.

En fin, aquí van algunos pensamientos sueltos.

1. Mi hijo de cinco años está en una escuelita de fútbol, y sinceramente, me impresiona cómo logran que ese grupo de pequeñines muevan la pelota de una forma que (a mis ojos no entrenados) se ve bastante profesional. Ayer, cuando lo fui a recoger, estaba muy triste. Había metido un gol, pero su equipo perdió. Lo felicité por su gol, pero me dijo con una carita de frustración: “No importa si metí un gol. Lo que importa es que no metimos suficientes.” Y luego, casi susurrando, dijo: “No puedo hacer nada bien.” Me quedé helada. ¡Metió un gol! Lo hizo genial. ¿Cómo puede pensar que no hace nada bien? Yo suelo ser muy dura conmigo misma, así que voy a empezar a cuidar más cómo hablo de mí, para que eso no se le contagie. Esas ideas negativas suenan tan ridículas saliendo de su boquita dulce.

2. En el carro, camino al trabajo esta mañana, sentí algo muy extraño. Como si alguien me hubiera dado un beso en la frente. Estaba detenida en un semáforo, y de pronto sentí exactamente eso: un beso suave, como de consuelo. Quizás estoy perdiendo la cabeza. O quizás hay un fantasma que me cuida. Sea lo que sea, se sintió bien.

3. Las flores silvestres que crecen fuera de la ventana de mi oficina son una belleza. Los tonos vibrantes de morado, amarillo y azul resaltan entre el follaje del bosque protegido. Me encanta poder mirarlas de reojo entre edición y edición.

Hoy la energía no me da para más, así que dejo estos pensamientos por aquí. Hasta la próxima.