Día 3: ¡¡¡Está vivaaaa!!! Muajajajaja

Me encanta cultivar mi propia comida. No puedo cultivar mucho por falta de espacio (y de tiempo y energía, si soy 100% honesta), pero, al menos por un tiempo, tuve una higuera y una planta de albahaca que me hacían sentir como una auténtica granjera urbana.

Eventualmente, la planta de albahaca murió (QEPD) y con ella se fueron todos mis sueños de pizza Margherita. Lloré un poco mientras la podaban, PERO a veces hay algo que decir a favor de hacer mal un trabajo. ¡Mi hijo, que es muy observador, encontró entre las malas hierbas cinco nuevos brotes de la planta de albahaca donde estaba la anterior! ¡Parece que algunas raíces no se arrancaron del todo! ¡¡¡Pizza Margherita para todos!!!

Todo eso era para contar que pasé la mañana del sábado feliz como una lombriz, quitando las hierbas que rodeaban a estas pequeñas albahacas para darles la mejor oportunidad de crecer. Mis dos hijos también ayudaron cuando no estaban jugando con tizas en la acera, lo cual me llenó el corazón más de lo que puedo explicar.

(Pequeña interrupción: estoy escribiendo esto a las 4:30 a.m. desde el cuarto de mis hijos, porque mi bebé me llamó. Ya se quedó dormido y, al parecer, está teniendo un buen sueño porque se está riendo mientras duerme. Es muy tierno, de verdad.)

Bueno, volviendo al tema: lo de la albahaca fue una noticia emocionante y todavía estoy con la emoción.

Por la tarde decidí hacer algo un poco indulgente. Llevé a mis hijos a un centro de juegos con cuidado de niñera y me hice las uñas. Todos estaban felices y ahora puedo escribir esto con manos (y pies) bonitos. Aunque obviamente no escribo con los pies.

Por la noche vi 2001: Odisea del espacio… bueno, todo menos los últimos 20 minutos (me quedé dormida). Nunca la había visto y es una película muy extraña, pero interesante. Vista hoy en 2025, da un poco de miedo. Me hizo pensar que, a pesar de todos los avances que hemos tenido, lo que realmente nos hace felices sigue siendo lo más simple. Encontrar esa albahaca o escuchar a mi hijo reírse mientras duerme son cosas que podrían haber pasado igual en 1725 que en 2025. Lo más valioso es atemporal.

En fin, ya me está dando sueño. Espero que mis publicaciones no sean terriblemente aburridas, pero si estás aquí leyendo, me hace feliz. Buenas noches. 🌙✨