Cosas que he aprendido (Parte 1)

 

1. Las sartenes de hierro fundido deben estar 100% secas antes de guardarlas. A menos que te guste comer óxido, claro.
2. No puedes evitar amar a tu pareja perfecta. Puede desafiar toda lógica. Pero amarla con constancia, lo harás.
3. Es mejor no arrancar los tréboles de la suerte. Si lo dejas ahí, sientes un pequeño cosquilleo cada vez que lo vuelves a encontrar, y regalarle suerte a alguien más es un gesto precioso. Aunque solo sea un trébol mutante y tonto.
4. Tener hijos te hace tanto valiente como temerle a la muerte. Me pararía frente a un tren en marcha y dejaría este mundo en paz si supiera que eso salvaría a mis hijos. Y sin embargo, tengo miedo de morir porque sé que me necesitan. No en plan superhéroe, sino porque me necesitan para convertirse en los buenos hombres que sé que están creciendo dentro de ellos.
5. La gente no siempre es lo que parece. Hay personas que lucen duras pero te abrazarían con una ternura infinita. Y hay personas que parecen dulces pero te empujarían por las escaleras si eso les hiciera ganar medio segundo. La mayoría son de estos últimos, pero los primeros EXISTEN, y valen oro.

Hasta la próxima.