Un Nombre Prestado

 Estoy cansada y tengo unos minutos antes de que mi hijo salga de maternal, así que acompáñenme en unos pensamientos sueltos.

El otro día pensaba en lo raro que era, en la secundaria, que tuviéramos que escoger un nombre en español para usar durante todo el año en la clase de español. Supongo que lo obvio para mí hubiera sido algo como Laura o Lorena —o realmente cualquier nombre que empezara con L habría servido. Pero yo elegí el nombre Teresa. Así que, para la Sra. Snow, ese era mi nombre. (Ya sé, es raro que en todo el estado de Texas no pudieran contratar a un profesor nativo de español para enseñar español…)

En fin, escogí ese nombre porque era el de mi tía abuela Teresa. A pesar de ser alemanes, mi abuela y sus hermanos tenían todos nombres en español (mi abuela se llamaba Aurelia, por ejemplo). Tengo mis sospechas de por qué a mi bisabuela aparentemente le gustaban tanto las cosas españolas, pero como ya no está aquí para confirmarlo o negarlo, vamos a decir que debía de preferir el calor.

Nunca conocí a Teresa. Murió tres días después de dar a luz a la prima de mi mamá. Tenía veintitantos años y, de alguna manera, quedó inmortalizada en la historia familiar.

Siempre la tuve un poco en mente. No me parezco mucho a ninguno de mis padres, y soy muy distinta de mis primos con quienes fui a la secundaria (aunque los considero personas inteligentes y de buen corazón, apenas lograron graduarse y en esa época se los podría describir mejor como alborotadores). Mis amigos bromeaban diciendo que yo debía de haber sido adoptada, lo cual siempre me molestaba un poquito por dentro. Pero todos en la familia decían con nostalgia que yo me parecía mucho a Teresa.

Así que, en mi mente, me aferraba an ella como prueba de que sí pertenecía. Aunque siempre me preocupaba terminar con el mismo destino que ella —y quizá así habría sido si hubiera nacido en su época—, por suerte yo nací en tiempos un poco más modernos.

Pero bueno, así fue como escogí ese nombre para mi clase de español. No creo que el haberlo escogido mejorara en absoluto mi español, y no sé por qué me vino a la mente hoy, pero ¿quién puede decir en qué rieles se subirá el tren de mis pensamientos?

En fin, que tengas un buen día.

Hasta la próxima.